Día 4, Marzo 9

“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.” –Lucas 23:34

Porque, si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial. Pero, si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre les perdonará a ustedes las suyas. (Mateo 6:14-15 NVI)

Cuando perdonamos a los que nos han perjudicado, a menudo la transformación más prominente es en la profundidad de nuestras propias almas. Subrayando estos versículos, Charles Spurgeon escribió: “la ira mira de reojo en el seno de los sabios, pero sólo arde en el corazón de los necios. Que la apaguemos y sintamos, que libre y totalmente, y de corazón perdonamos, sabiendo que somos perdonados.” Alguien describió una vez la ira como sostener un carbón ardiente en tu mano con la esperanza de lastimar a la otra persona; lo mismo es cierto cuando no perdonamos.

Practica el arte del perdón hoy, permitiendo que el Espíritu Santo te guíe al soltar el puño que se ha cerrado firmemente a través del fracaso de perdonar a otro. Avanzando, procura hacer el perdón algo que haces libre, completa y sinceramente.

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