Día 7, Marzo 12

“De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso. –Lucas 23.43

Volvió, pues, Jesús a decirles: “De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.  El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” Juan 10:7-10

El pasaje de ayer de Mateo 7 cuenta que la entrada al Reino de Dios es solamente a través de una puerta estrecha. El pasaje de hoy nos dice que el nombre de la puerta es Jesús. En Juan 10 Jesús claramente establece que la salvación viene solamente a través de Él. Cualquier otro camino lleva a la muerte. Además de esto, Jesús no sólo quiere salvar nuestras almas sino también desea darnos una vida “abundante.”

Dallas Willard escribe que Jesús “importa por lo que Él trajo y por lo que todavía trae a seres humanos comunes y corrientes viviendo una vida ordinaria y sufriendo diariamente por lo que hay a su alrededor. Él les promete plenitud de vida. Al compartir nuestras debilidades, nos da fuerza y nos imparte a través de su compañía una vida que tiene la cualidad de ser eterna.” La salvación pertenece a una época venidera seguramente, pero existe aquí y ahora. Es a través de Cristo—su ejemplo, su muerte y resurrección, y su presencia en nuestros corazones—que nuestras vidas hoy en día pueden ser “abundantes.”  Pasa unos momentos en alabanza y oración: alaba a Jesús por haberte guiado a la salvación y ora a Dios que te muestre qué te falta para tener una vida abundante.

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