“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.” –Lucas 23:34
Cada domingo durante esta temporada, dese permiso para reflexionar sobre todo lo que Dios le ha estado hablando a través de su palabra durante la semana anterior. Usando un salmo como el punto focal, aparte tiempo extendido con Dios para simplemente escuchar las maneras en que él está hablando y moviéndose en usted. El objetivo de esta pausa del sábado es permitir el espacio para el descanso, la meditación y para poner atención a su alma.
Salmos 130
A ti, Señor, elevo mi clamor
desde las profundidades del abismo.
Escucha, Señor, mi voz.
Estén atentos tus oídos a mi voz suplicante.Si tú, Señor, tomaras en cuenta los pecados,
¿quién, Señor, sería declarado inocente?
Pero en ti se halla perdón,
y por eso debes ser temido.Espero al Señor, lo espero con toda el alma;
en su palabra he puesto mi esperanza.
Espero al Señor con toda el alma,
más que los centinelas la mañana.Como esperan los centinelas la mañana,
así tú, Israel, espera al Señor.
Porque en él hay amor inagotable;
en él hay plena redención.Él mismo redimirá a Israel
de todos sus pecados.